¡Hay peques cuyo espíritu inquieto les hace moverse más que las medusas en el océano! Los baberos en forma de asa resultan muy funcionales al ajustarse fácilmente al cuello sin molestarles ni cambiar de posición con el movimiento del niño. Además, incluyen doble corchete haciéndolos "crecederos" ¡Así pueden acompañarle más tiempo!

¡Empezamos con el sólido!

En torno a los 4 meses se introducen en la alimentación del peque las primeras papillas. Es entonces cuando se recomienda optar por baberos un poco más grandes. El bebé ya se mueve más y con un babero que cubra más protegemos mejor su ropita. Además, poco a poco irá queriendo coger la cuchara él solito e intentar llevársela a la boca. Al dejarle probar y experimentar, fomentamos su destreza, su autonomía y, por extensión, su autoestima ¡Bien merece la pena!

Los baberos de asa con doble corchete facilitan su abroche y su ajuste al cuello independientemente de que el bebé siga creciendo. Por otra parte, al estar elaborados con rizo de algodón 100% tiene buena capacidad de absorción y pueden reutilizarse una y otra vez, pues se lavan cómodamente en la lavadora.

¿Qué comemos hoy?

Si hay un complemento que se utiliza una y mil veces con niños es el babero. Comidas, meriendas, cenas, tentempiés... y en cada ocasión prácticamente se necesita uno. Los baberos en forma de asa se ajustan muy bien al cuello del niño, y con el doble corchete les acompañan en su crecimiento favoreciendo su uso durante más tiempo.

Elaborados con tejidos 100% algodón, son muy absorbentes y resistentes: ¡Lávalos en la lavadora cómodamente y volverán a estar como nuevos para el próximo almuerzo!