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Los más happy de la galaxia con la mochila de red que nos facilita volver a casa después de jugar en el parque o en la playa, sin convertirla en un arenero.
Bebés que se convierte en auténticos Sherlock Holmes investigando cómo y debido a qué cada vez que agitan su Bunny ¡suena! Lo exploran entre sus dedos, con la boca, se lo pasan de una mano a otra, lo sujetan por las oreja, por la anilla, lo lanzan...¿Será que está en el fondo de alguna de las madrigueras?
Un mordedor que calma las encías y le distrae de las molestias de la dentición.
El juego forma parte de la inteligencia del niño pues ejercita la observación y la atención, estimula la concentración y enriquece la imaginación. Hasta los 2 años especialmente, los juegos son sensoriomotores en los que repite una y otra vez una acción por la satisfacción del resultado inmediato: agito-suena; paro-no hay sonido; lanzo-suena...
¡Inicia a tu peque en el pensamiento lógico temprano mientras calma las molestias de la dentición DIVIRTIÉNDOSE!
- Anda, si lo puedo sostener ¡Y pasármelo de una mano a otra! Mmm, ¿y si lo cojo por las orejas de tela? Son distintas sensaciones si lo toco por un lado que por otro... Jjjjj, hace cosquillas.
- A ver, ¿y si me lo llevo a la boca? Lo puedo apretar con las encías; aquí es blandito mientras que la anilla está dura...
- Uy, si tiene una etiqueta ¡Con lo que mola jugar con las etiquetas!
- Oye, pero este juguete suena. Debe tener algo escondido dentro, el sonido viene de aquí...
- Mamá, papá probad vosotros también ¡Es muy divertido!
Para Emmi Pikler el primer juguete del bebé es un pañuelo colocado en pico. Pasarán días sin hacerle caso pero un día lo verá y despertará su interés animándole a girar la cabeza, trabajando la tonicidad del cuello en posición boca arriba. Las ganas de querer alcanzarlo y su desarrollo evolutivo harán que consiga girar sobre su eje corporal. Es decir, hacia los lados. Con ello se va fomentando el volteo del cuerpo y la capacidad de ponerse boca abajo.
Al ser ligero no puede hacerse daño al manipularlo y le permite ser independiente cogiéndolo cuando quiera. Juega cerrando las manos sobre él, tapándose los ojos y mirando a través de él, agitándolo...
Es un material muy rico para el juego libre desde los 2 meses y lo utilizará en todas las etapas evolutivas.
¡Los bebés juegan! Al principio, necesitan que participemos con ellos en el juego. Por ejemplo, pasále las orejas de Bunny por las piernecitas y los brazos activando el sentido del tacto con sus dos texturas. O agítalo frente a él: ¡buscará con sus ojos de dónde procede el sonido!
Ofrécele juguetes ligeros que pueda sostener fácilmente y estimulen su curiosidad. Y si además es mordedor ¡calma sus encías!
Hasta los 10 meses es la fase de la exploración cercana: el bebé descubre su propio cuerpo y aquello que está a su alcance. Observa, manipula y flipa con los materiales, los sonidos y las texturas ¡Y el movimiento le fascina!
Bunny es un juguete mordedor ligero: puede sujetarlo fácilmente entre sus manos, llevárselo a la boca, agitarlo... Sus dos texturas, lisa y rugosa, calman sus encías ¡y además suena!
Palabra inventada por un mamuskiano para referirse al aparato que mide el amor en un lugar, estancia o momento de la vida. Besos, achuchones, sonrisas, bailes en brazos, nanas en susurros... y ¡JUEGOS!
¡Ponle sonido y movimiento a los momentos de irritación por las dentición calmando sus encías con un mordedor bebé de texturas!
¡Un mordedor de diferentes texturas! Calma las molestias de la dentición y entrena sus sentidos ¡jugando!
Entre los 4 y los 9 meses ¡Bunny es ideal para potenciar el desarrollo motor! Ligero y de fácil agarre, puede manipularlo entre sus manitas sin que se le caiga fortaleciendo los músculos y entrenando la coordinación.
El mejor estímulo para el aprendizaje es despertar su curiosidad ¡Al moverlo suena!
Está diseñada pensando en el juego desde 3 meses, favoreciendo la psicomotricidad y el desarrollo sensorial bebé. Es ligera, permitiéndoles cogerla y sostenerla fácilmente por cualquiera de sus lados.
¡Juega con tu peque estimulando la imaginación! Usa el pañuelo como filtro de color escondiéndote tras él o poniéndolo delante de sus ojos; acaríciale con él sus piernas y brazos; lánzalo al aire para que lo vea flotar y caer; introdúcelo por las anillas y balancea la pelota de derecha a izquierda; rueda la pelota por distintas superficies experimentando con el movimiento y el sonido...
¿Sabías que los conejos nacen con dientes y les crecen durante toda la vida? Para los humanos que sufrimos la erupción de los dientes los mordedores que combinan silicona y madera son un gran aliado porque:
· La silicona alimentaria es antibacteriana, suave y blandita: al apretarla con las encías las masajea calmando el dolor.
· La madera tiene una dureza que facilita la ruptura de la encía y le alivia en los momentos de mayor irritación.
· Disfruta explorándolo con la boca y ¡con el oído! pues es sonajero.
Los vientos del sur, del norte, del Trópico o ¡de los pulmones de mamá y papá!
· Que bailen con las cintas de mi varita, creando figuras mágicas.
· Que vuelen hacia mí para que pueda cogerlas con mis manitas.
· Que me hagan cosquillas con ellas.
· Que agiten su cascabel creando ritmos sorprendentes.
Y cuando no sople el viento, ¡yo lo invento!
Hay pasiones que se manifiestan desde muy temprano ¡y otras se despiertan con el aprendizaje! La curiosidad y la satisfacción al aprender son la mejor herramienta para reforzar la autoestima de tu peque.
Elaborado con piezas gruesas de fácil agarre, descubrirá con TooL diferentes formas, tamaños y sonidos mediante la manipulación ¡Estimula sus destrezas motoras y coordinación!
Como ballenas en el mar, así de remojaditos nos gusta estar en verano. Y tan juguetonas como ellas, nos pasamos el rato saltando las olas, buceando o construyendo castillos en la orilla.
Lleva las aletas, las gafas de buceo, el cubo, la pala,... y disfruta de toda la diversión sin traerte el agua o la arena de vuelta a casa.
Los accesorios marcan la diferencia de cualquier look ¡también en la maternidad!
El collar de lactancia es un complemento bonito y súper práctico en la lactancia y el porteo. Así, en vez de pellizcarnos o agarrarse a nuestro pelo, los bebés cierran sus manitas sobre las cuentas del collar ¡Es un gran estímulo para el agarre, el seguimiento visual y la coordinación ojo-mano!
¡A todos los niños les encantan las cometas!
Volarlas representa una gran sensación de libertad a cualquier edad ¡y las cometas de mano son perfectas a partir de los 2 meses!
Como no es un juego estructurado, no tiene unas normas ni una forma definida de jugar. Los bebés la exploran por sí mismos y descubren qué pueden hacer con ella, repitiendo aquello que les provoca más placer y alegría: agitarla, hacerla sonar, mover sus cintas, tirar de ellas, chupar la forma de madera, pasársela de una mano a otra, lanzarla...
Les aporta entretenimiento mientras entrenan sus destrezas. Y gracias a su tamaño es ideal para jugar en casa o fuera de ella. Llévala contigo y despídete del aburrimiento en las esperas en el médico o los trayectos en coche.
Palabritas mágicas para hechizos a prueba de una imaginación salvaje. Disfrutar con el peque estimulando su creatividad es divertido, afianza nuestro vínculo emocional y activa conexiones neuronales entrenando el cerebro ¡Cosas de magia!
¿Cuáles son vuestras palabras mágicas que todo lo hacen posible? Espolvorear de amor la varita, agitarla según vuestro ritual y ¡deseo concedido!
Para Rudolf Steiner, los elementos clave del aprendizaje son el juego y el respeto por los ritmos de cada peque. Y es que a partir de los 2 meses, los bebés aprenden interactuando con su entorno y los objetos a su alcance ¡Potencia sus habilidades y coordinación!
Los colores de la pesa captan su atención para cogerla; al tenerla en la mano, se da cuenta de sus diferentes formas y texturas, y al moverla de forma involuntaria ¡suena! e investigará cómo volver a conseguirlo, probando y repitiendo movimientos.
La piel del recién nacido es muy sensible, por eso el hilo de algodón es un material ancestral en la confección de accesorios y complementos infantiles. Utilizando esta fibra natural al 100% para tejer los amigurumis, garantizamos su suavidad y se evitan alergias. Así los bebés con pieles atópicas también pueden disfrutar de este pequeño compañero de aventuras.
Además, su relleno interior es de guata sintética hipoalergénica que evita la proliferación de gérmenes, hongos u otros inquilinos no deseados. Y no contiene elementos externos cosidos sino que todas las piezas son tejidas, incluidos los ojos. Porque el objetivo es la diversión pero la seguridad es lo primero.
Un sonajero diseñado para ejercitar los sentidos del bebé ¡y su coordinación! Su tamaño y forma permiten que la manipule fácilmente fortaleciendo su psicomotricidad: la sujeta, se la pasa de una mano a otra, se la lleva a la boca, la agita ¡e incluso prueba a lanzarla!
¡Contar con un mordedor así es una JOYA! Sus cuentas de silicona alimentaria son flexibles y tienen un efecto masaje en las encías del bebé. Además su forma de estrella y la anilla de madera facilitan el agarre, la coordinación y la exploración del bebé con la boca.
**FLECHAZO CÓSMICO**
Realizado en trapillo y madera natural de arce sin tintes ni barnices, ¡este sonajero despierta pasiones en toda la galaxia!
· Es ligero, con piezas grandes y muy fácil de manipular por las pequeñas manitas del bebé.
· Diseñado para la primera etapa del desarrollo sensomotor, le permite explorar los sonidos al chocar las cuentas de madera entre sí ejercitando su habilidad manual y la coordinación. También disfrutará lanzándolo y, aunque al principio papá y mamá tendrán que recogerlo, es una manera a través de la que descubre su capacidad para influir en el entorno.
· Favorece el desarrollo cognitivo trabajando los conceptos tamaño (grande, pequeño), forma (redondo, alargado, fino, grueso, macizo, hueco...) y la relación causa-efecto.
Dos aspectos esenciales en la vida de cualquier marinero. Se servían de las estrellas, los vientos y las corrientes marinas para orientarse durante la navegación. Conectar con la naturaleza y el desarrollo sensorial son claves para desenvolvernos en el entorno.
¡Estimula los sentidos de tu peque! Descubrirá el movimiento, los sonidos y las texturas potenciando sus habilidades motoras y su capacidad cognitiva. Enséñale a jugar con la vista guiando sus ojos con las cintas de la cometa o cubriéndolos con el pañuelo de color; prueba a dejar la pelota a su alcance y observa cómo aprende a cogerla, girarla y ponérsela de pulsera. Pronto se dará cuenta de que puede introducir el pañuelo por sus anillas y hasta lanzarla.
¡Experiencias de todo un lobo de mar!
¡Jugar con las nubes!
Las nubes son un tema recurrente en el aprendizaje infantil por varias razones:
· Se representan con una figura sencilla que asimilan fácilmente a nivel cognitivo. Elaborada en madera de arce natural a la medida de sus manitas, la forma de nube les resulta cómoda de agarrar y sostener entre sus dedos.
· Son un gran estímulo visual: pueden observar cómo se mueven o las distintas formas que adoptan ¡Los atractivos colores de la cometa y sus cintas les ayudan a descubrir el movimiento!
· Son un aliciente que despierta su curiosidad infinita: cómo se generan, su composición, por qué descargan la lluvia... Ahora que son pequeñitos explorar por qué suena les introduce la causa-efecto.
¡Primeros juguetes para navegar hacia el descubrimiento!
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