Envíos a península 5,50€. Gratis a partir de 100€
· Elaborado a partir de cuatro piezas de madera natural de haya sin tintes ni barnices que miden aproximadamente 3cm x 7cm (ancho x alto). Cordón d 100% algodón certificado OEKO-TEX y madera natural aprobado por la FDA, libre d BPA, ftalatos, metales y PVC (uso alimentario).
· Limpiar con una toallita o trapito húmedo y dejar secar al aire. No es recomendable lavar con agua ya que la madera puede verse afectada al no estar tratada. En caso de que entre en contacto con líquidos, dejar secar rápidamente.
· El uso de los artículos infantiles ha de estar supervisado por un adulto. No unir a otros objetos. al primer síntoma de deterioro sustituir por uno nuevo.
¿Quién no tiene dentro un pequeño Mago Merlín o un Hada de los Deseos? Estimula su creatividad y su capacidad sensorial con una varita mágica con sus colores favoritos ¡Dale rienda suelta a tu imaginación y sorprende a tu peque!
Abracadabra... ¡Regalo único en marcha!
¡RITMO!
En cuanto se descubre las manitas ¡su entusiasmo por manipular objetos no deja de crecer!
La maraca de mimbre tiene un cascabel en su interior: así al agitarla o girarla ¡suena! Entrenar su habilidad para producir el sonido entretiene al bebé favoreciendo la función prensil y la motricidad fina.
Un instrumento musical ligero y de fácil agarre que agudiza sus sentidos, su capacidad lógica (causa-efecto), su coordinación ¡y hasta la imaginación! Intentará hacerla sonar de mil maneras.
Con cuentas de silicona alimentaria y madera natural sin tratar, el mordedor bebé primeros dientes ofrece dos texturas para calmar las molestias de la dentición: la silicona es flexible y le masajea las encías; la madera es rígida y favorece la erupción de los dientes.
Y mientras alivia el dolor jugando ¡aprende! Las percepciones táctiles potencian su psicomotricidad y destreza manual.
Los trapitos crujientes son una invitación al despertar sensorial del bebé agudizando sus sentidos de la vista, el tacto y el oído y su capacidad prensil mediante la exploración. Sus llamativos colores, sus etiquetas de diferentes formas, el nudo y el sonido crujiente captan su atención, despiertan la curiosidad y favorecen el entrenamiento de la concentración: ¡los peques se vuelven investigadores!
Salir de la cuenta
