¿Por qué incluir baberos de lactancia en el ajuar del hospital?

· Desde la primera toma los necesitarás pues los bebés, por el reflejo de succión, suelen extraer más leche de la que son capaces de tragar. Su boca es pequeña y ellos inexpertos, así que vienen bien para recoger el exceso de leche.

· La piel del recién nacido es fina y sensible: el rizo 100% algodón tiene un tacto suave y es apto para todo tipo de pieles, incluidas las atópicas.

· Tamaño new-born: está hecho a la medida del bebé en esta primera etapa; mejor no enredarnos con la tela de un babero que le queda de vestido.

· Máxima comodidad en estos primeros días: las cintas como cierre resultan más fáciles de atar o sobreponer cuando aún no sujeta la cabeza.

Grandes ventajas de los baberos de lactancia

· Son más pequeñitos, para adaptarse al tamaño del bebé en sus primeros meses.

· Suaves, de algodón certificado OEKO-TEX porque su piel es muy fina y delicada.

· Absorbentes, pues han de recoger el exceso de leche que el bebé no es capaz de tragar en la toma o debido a las regurgitaciones.

· El rizo de toalla además es resistente a los lavados: el recién nacido hace en torno a 8 tomas diarias necesitando un babero limpio en cada una.