NATURE IS MY HOME!

La relación con la naturaleza beneficia a los niños a nivel cognitivo y emocional. Estar al aire libre es un fuerte estímulo psicomotriz y a la exploración sensorial: observar la fauna, investigar debajo de las piedras, trepar a los árboles, escuchar los pájaros...

El medio natural fomenta el cuidado y permite a los peques ejercitar el sentido del respeto y la responsabilidad. Además, el contacto con la naturaleza refuerza los vínculos afectivos y la seguridad en sí mismos, posibilitando que los más tímidos o indecisos ganen confianza en sus capacidades atreviéndose a probar y compartir con los demás.

Pequeños amantes de la naturaleza, ¿listos para salir fuera a jugar? Si es así...¡Estos encantadores pandas están deseando acompañarte en tus próximas aventuras!

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El inicio del cole viene marcado por muchos nervios, sensaciones y emociones ¡Y lo mejor está por llegar! Toca llenar la mochila de abrazos, besos, risas e incluso un cuaderno, la indispensable botella de agua y la bolsita para el momento de la merienda que tantas veces van a compartir.

Ajusta las correas de su mochila: ¡un curso con grandes experiencias y momentos inolvidables empieza ya! ¡Cuánto van a crecer, a madurar y a conseguir!

Una etapa que jamás olvidarán, ¡y papá y mamá tampoco!

Decía Massimo Lo Pilato que "el otoño está enamorado de los atardeceres y pinta uno en cada hoja". Y así es. Con la llegada de la nueva estación son muchas las novedades que aparecen a nuestro alrededor y la intriga que produce en los más pequeños es alucinante.

Salir a pasear y llenar la mochila de piñas, hojas secas, castañas, frutos... ¡es todo un descubrimiento para ellos! Así de forma lúdica, podemos trabajar con ellos los colores, las cantidades, las formas y pesos, y un sin fin de conceptos mientras recolectamos.

¡Continúa la actividad y el aprendizaje en casa! Con todo lo que habéis recogido cómodamente en vuestra mochila ¡preparad vuestro propio rincón estacional!

Si un día soleado salís de excursión al bosque...¡estad muy atentos!

Cuando menos lo esperéis, podéis encontraros un unicornio por allí cerca. Estos seres fantásticos son muy difíciles de observar, pero si en vuestra mochila lleváis helados, pasteles, purpurina y algún que otro arcoíris... ¡seguro que se dejan ver!  E incluso podéis ponerle nombre para que os acompañe el resto del camino sin perderse. Todo es cuestión de magia...

¿Creéis en la magia?